Una superficie con césped para que sea persistente precisa una atención especial, sea sobre la cubierta o a nivel del suelo natural.

Se puede sembrar con semillas adecuadas o simplemente desenrollar tépes de césped precultivado como si fuera sobre el suelo natural. No obstante, y sobre todo para la colocación de tépes, es preciso utilizar una mezcla adecuada a base de arena lavada. Otro factor importante es la elección correcta del tipo de césped, dependiendo del lugar climatológico y de la utilidad de la cubierta. Una vez aclarado estos dos factores se elige la construcción necesasria de los componentes del sistema, el riego y su fertilización.

El césped sobre cubiertas no dispone de una profundidad de tierra como si fuese el terreno natural. Por este motivo es preciso de preveer un abastecimiento adecuado de agua y de nutrientes. El suelo de un jardín natural verticultado emite sustancias nutritivas y humedades, lo que no es el caso de una cubierta. Los sustratos habitualmente llevan pocos componentes nutritivos por cuestiones de la protección del medio ambiente. Por ello habra que compensar esta posible falta por una fertilización y un riego adecuado.